caminos errados

Y lo peor de todo, es que ambos sabíamos que estábamos andando por los caminos errados.
Él allá a mil millas riendo sin reír, abrazando sin querer, mirando sin sentir. Y yo aquí adonde siempre, intentando decir algo con estas palabras sin sentido.
Mucho tiempo tardé en entender que hay cosas que dice el corazón y que detiene la cobardía, que hay asuntos del amor que se confunden en la ironía ... pero muy poco me tardé en descubrir que lo que no me gustaba de ti en un instante, ni en un millón de años me gustarán, esos asuntos sin concluir que siempre nos asediaron, esos miedos al futuro que en ti se anidaron. Y creí, que estaba jugando al papel correcto, desoyendo a mi cabeza lo que me decía con certeza.
Y si en algún momento dudé de él, sentí una opresión al dejarte ir es porque en el fondo de mí sabía que eras todo lo que buscaba: Fuimos arena y mar, por nuestras tierras pasó a galope el amor y más de una huella dejó, mientras que el y yo no nos convertimos en más que en un seco desierto sin mar... recuerdo haber sido tu mar, recuerdo que eras mi tierra, bañados por el calor de un inmenso sol.

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