Cicatriz/ces


Algo nuevo había allí, o algo nuevo viejo, en lo que jamas me había detenido... y recordé: recordé en un instante que decías ser capaz de matar por mi amor, decías ser capaz de bajar cada estrella que se me antojara, que juntos podíamos conquistar el mundo y escaparnos a construir un nuevo universo.

Y yo creí, entregue todas mis palabras, cada respiro, cada paso... hasta caer al vacío... en donde tu no estabas, ¿no dijiste que serias mi soporte?, ¿en donde estabas cuando caí?... matando por mi amor, bajando estrellas y conquistando el mundo, para mi... o eso decías y eso creía. Ante la incertidumbre, cada noche, herida, en mi cama, me golpeaban un centenar de dudas e inseguridades jamas antes vistas, que tan solo hoy he podido responder en tan solo un par de minutos... es cierto que en la oscuridad me transformaba en aquello que me jure nunca mostrar ante nadie, las manecillas del reloj se detenían... no tenia sueños si tu no estabas, me transformaba en algo que nunca pudiste ver porque todo ello desaparecía en el momento en que te parabas ante mi; debo contarte que yo te llamaba, te gritaba en mi mente, imploraba por una mirada tuya, mientras cubría mi cuerpo con una manta de indiferencia, pero una sonrisa, un detalle, curaba todas las heridas que me había hecho en tu ausencia, como una adicta, fui capaz de entregar hasta mas no poder, a cambio de un poco de tu amor, mi dulce placer... y creía ser yo quien te conquistaba, que tu habías enloquecido por mi y que te habías equivocado una vez mas, entonces, a pesar de mi orgullo te daba una nueva oportunidad para dejarme esperando, para golpearme hasta sangrar.

Si, así es... tu me dejabas creer en todo ello, mientras mi cuerpo colgaba de los hilos de tus manos.

Mas de una vez me dije: 'ni un quejido saldrá de esta boca', de esta boca que había quedado herida al golpearse contra el suelo y que yo procuraba maquillar para que no dejaras de 'amarme', para que no te dieras cuenta de cuanto daño me hacia tu amor, y que bien me resulto... porque ni yo me percataba de tus promesas sin cumplir, de tus mentiras, de las mías, de todo aquello que tan solo esta mañana he recordado y como una venda recién desatada ha puesto ante mis ojos una verdad, una verdad 'verdadera', me he percatado de ello, cuando me miraba al espejo por ultima vez antes de salir con El, quien dice ser capaz de dejar todo por mi, a quien yo le creo a ojos cerrados, con esta nueva venda alrededor de mi cabeza.

Comentarios

  1. Esta historia es tan verdadera como absurda; absurda somos las mujeres cuando nos cegamos por un hombre y más absurdo es q se repitan día a día situaciones tan parecidas...

    Bueno amiga tu sabes que me encanta como escribes y esta me llego de una manera tajante,aunque me atrevo a quitarle los rastros fisicos del dolor... en fin.. me gusto lo que escribiste de la misma forma que odio que pasen estas cosas... te quiero mucho monga ,... nos vemos :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares