Felipe

¿Qué tal si me decido a decir que hoy ha sido un EXCELENTE día?, de esos días tan buenos que uno tiende a buscarle el lado malo, o la señal implicita. Obviamente... la he encontrado y por ello debo registrarla.
Al llegar a casa, despues de un día de compras, revise mi facebook... Y encontré el correo que nunca esperé, pero que hoy me alegró el día. Se trataba de Felipe, el es y será siempre mi primer amor, ese primero que me infantilmente a los 13 años me dijo 'te amo', fué el primer hombre del que me reí... ciertamente, con los años resultó ser que ese pato feo con el que dí mi primer REAL beso, se convirtió en un bello cisne, que apenas pudo emprendió su vuelo... sin ningun tipo de aviso. En ese momento fué cuando empecé a repasar todas las veces que borracho me dijo que me amaba, las llamadas por telefonos, los enfrentamientos a mi novio de aquél entonces, los jueguitos que yo aceptaba tan solo para saber hasta adonde estaba dispuesto a llegar... y terminé cuestionandome muchas cosas, ese inocente e incondicional amor que se amarró a mi, me enseñó muchas cosas, cosas que creo que él ni siquiera se imagina y que ahora debo contarle y enseñarle; Felipe tiene un gran corazón, un alma de niño y por ello, muchas veces ha sido un cobarde. Creo que fué el primer hombre que me hizo llorar y gracias a eso, escuche el primer y más importante cliché: 'no hay nada que no tenga solución en esta vida, excepto la muerte...', importantísimo. Luego de meses sin verlo, sin saber nada de él, tan solo el rumor de que estaba en una lejana ciudad, una noche, sin previo aviso lo ví, sentí el nudo en la garganta y las ganas incontenibles de llorar, no hablamos mucho y ahora me arrepiento, pero hay una cosa que puedo rescatar de aquel fugaz de encuentro: el alivio de saber, que seguía tan coqueto como lo recordaba y esa es la última imagen que tengo de él, alejarse con su familia, girar la cabeza y mirarme de pies a cabeza con ojos de deseo... muchas veces, eso es lo único que una mujer necesita para quedar prendada. Pero fuera de la felicidad de leer lo que tenía que decir, de saber que pronto lo volveré a ver y que está bien, que pretende que nos veamos y tengamos una buena conversación, creo que hay un detalle que no debo dejar pasar, ¿es posible que alguien desaparezca por meses y de un día para otro aparesca a alborotar nuestro estado natural? es posible, y en realidad, lejos de quejarme, como quería en un comienzo, debo decir que es exquisito saber, que viene en camino una historia con la que jugar, reconocer a ese hombre y sus historias que he perdido hace tanto tiempo ya.