Partida

Una vez más, he acudido a este medio para desquitar todo mi dolor, toda mi pena, toda mis ganas... todas mis ganas de gritarle al mundo que he enloquecido... he enloquecido por causa de la injusticia de la vida, por la injusticia del destino, por el poder de las partidas.

Ese hombre del que he venido hablando, del que me he declarado enamorada a pesar de las proyecciones... debe partir... ha llegado ese momento del que siempre hablamos al comienzo y que por seguir el instinto del amor, preferimos omitir a medida que avanzaba el correr de ésta historia y nuestro amor.

Debo dejar partir esa sonrisa que me hace alucinar, esos brazos que me cobijan, el dulce andar de tus palabras por mis oídos... el plan de los cinco hijos y mi trágica muerte planeada por él mismo... debo dejar partir, todo aquello que amo y que me parece ser perfecto.

Hoy, luego de dos meses y dos semanas de pololeo, luego de dos peleas, 4 'casi llantos', un ramo de flores, unas cuantas pizzas, otros cuantos gnoccis, ochocientos mil besos y otros miles abrazos, él debe partir de mi vida... de mi lado, ya no será quien me cuida, quien me abriga, quien me protege con su beso en la frente, quien me despierta a media noche con sus ideas descabelladas, quien me sorprende con sus historias, quien me pone histérica cuando se come las uñas... ahora él debe volver a afrontar su vida, a ordenar que es lo que desea, a hacerse hombre creo yo... a dejar de ser ese niño que en sus arranques de locura desarma a cualquiera con tan solo una mirada, a dejar de ser ese niño que en ocasiones desesperadas argumenta con cosas que ni me atrevo a reproducir.

Y yo debo quedarme aquí, afrontando el llanto, 'poniendo el pecho' dicen por allí, una vez más... entonces es ahora cuando veo que efectivamente, mi vida es así... debo saltar, correr, embarcarme y luego caer... estar siempre a la deriva y saber salir a flote SIEMPRE, porque a la larga, la única persona que siempre estará a mi lado seré yo. Y espero que el día en que me toque partir, alguien ocupe mi lugar y derrame un par de lagrimones por todo lo que he dejado.

Hasta luego mi amor, espero que ésta sea, una falsa alarma... te juro que no me molestaría, haber tirado un mar de lágrimas en vano si eres tu quien se queda.