Sanar

Hace muchos años atrás el gran hombre me disparó por primera vez, me disparó porque "yo lo merecía", porque el no era capaz de aceptar mi inmensidad, me disparó sin pudor en plena vía inglesa, a vista y paciencia de los transeúntes, debí levantarme, ocultar la sangre que me cubría a mi y a mi agresor para seguir con el show... Puedo decir que al tiempo después me dejó tirada en la vía, en medio de la noche, sola y con miedo, porque "yo lo merecía".

Pasó un tiempo y el príncipe encantador decidió que también debía golpearme y que una vez mas mi destino era dejarme ahí luego de luchar incansablemente por obtenerme, como si se tratara de un karma, una vez más debí suturar mis heridas y volver a ponerme de pie.

Me refugié durante meses en mi fría guarida, bañada en sangre y llanto, merodeé por las calles hasta que no pude más, hasta que una noche decidí volver a volar, apenas di un paso afuera apareció él con su personalidad avasalladora y sus fantasmas sanguinarios... me amarró a la cama y me azotó hasta que todos los vecinos me oyeron gritar, hasta que mis mejillas se surcaron de lagrimas, una vez más.

El hombre de la hermosa sonrisa llegó a mi vida montado en sueños, colores y risas, me subió hasta las nubes y las estrellas y un día sin temor ni remordimiento me soltó, me hirió hasta los mas profundo de mi ser y jamás sané, me quedé tirada en el suelo durante meses esperando que volviera a cuidarme, pero nunca sucedió, las heridas siguen ahí y cada cierto tiempo se abren y sangran bañándome en un mar de miedos e inseguridades.

Hoy estoy con el chico de los ojos hermosos, que me abraza con su enorme corazón, que acaricia mis noches con su perfume y en vez de sonreír temo, temo que un día de estos me deje caer,  temo que un día de estos me regale una nueva herida, porque tengo demasiadas cicatrices como para dejarme acariciar, pero sanaré, aunque sea lo ultimo que haga sanaré una a una de mis heridas, y vengaré uno a uno los ataques que me realizaron. Lo prometo, ni uno más.