tiempos ajenos


Recuerdo que las manos y el corazón me temblaban, no sé ya si por ese mismo frío o por los nervios de saber que era el momento; que no habrían más esperas; que la magia dejaría que de un abrazo brotara una pasión parcialmente suicida. Y el beso cayó ...en mis labios...Dos cuerpos se juntaron en un mismo instante suspendido eternamente en el tiempo, mientras los sueños se fundían en un cuento con millones de páginas vírgenes de argumento. Espacios en blanco para escribir en verso la vida de dos enamorados perdidos en un mundo ajeno. Y tal como llegó se fue con el invierno aquel lapso de ensueño, dejando al desnudo dos rostros nerviosos pero sinceros. La semilla se regaba con la savia de aquellos besos y en nuestros pechos florecían tallos como enredaderas de esperanza. Parecía ser una primavera temprana perdida en el calendario que trataba de hacerse hueco entre lágrimas de hielo afilado.
De eso... hace mucho tiempo ya.

Comentarios

  1. el tiempo debe guardarse en maní y en pasteles que solo pueden hacerse un domingo en la tarde.

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