sinsueño

Y anoche nuevamente no podía dormir, entretanto recordaba las largas horas que nos pasábamos jugando a ver quien le juraba más cosas que jamás cumpliría al otro, 'te amaré por siempre', 'serás mi único amor'... 'no permitiría que jamás nada nos pase'
y puede ser que no haya leído bien las bases o que haya bajado demasiado la guardia, pero yo creí y al parecer, sigo creyendo, porque ésta noche no puedo dormir y en la inmensidad del manto estelar, en medio del silencio oigo el susurro de tu voz contándome un cuento, como aquellas noches en las que no podía conciliar el sueño... porque ya estaba soñando y feliz por ello. No me importaba descansar dos horas porque tan solo verte y saberte mío me daba la energía y la tranquilidad que tanto necesitaba. Hoy puedo dormir doce horas y siento como si no hubiese parado de andar desde hace días, mi alma anda errante buscando el consuelo de alguna certeza, una certeza que me diga que todo lo que he creído vivir es real, que no hay nada que temer, porque realmente no he enloquecido. Todo eso, realmente ocurrió, te prometo que no lo soñaste, porque efectivamente no podías dormir... igual que anoche cuando recordabas las horas que pasábamos pactando ofrendas para la cura del feroz dolor.