La mejor lección

Dulce y agraz, logras engañarme a ratos.
Me has dado alegrías, largas noches y duras mañanas
Dicen que la tristeza nos ayuda a ser felices,
pero yo, ya he aprendido una lección:
Ya no espero nada de ti.
La mejor lección es no esperar nada de la vida,
tan solo deja que te sorprenda.

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